EXPLORANDO LA SALUD MENTAL EN LAS COMUNIDADES QUILOMBOLAS DE LA AMAZONIA: UNA PERSPECTIVA CUANTITATIVA Y OBSERVACIONAL POST-COVID-19
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https://doi.org/10.17564/2316-3798.2024v9n3p879-892
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Derechos de autor 2024 Interfaces Científicas - Saúde e Ambiente
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Resumen
La pandemia del COVID-19 ha tenido un impacto no sólo en la salud física, sino también en la salud mental, con desafíos exacerbados en las comunidades marginadas. El estudio se centra en las comunidades quilombolas de la meseta de Santarém, en la Amazonia, con el objetivo de evaluar su salud mental tras el COVID-19. El objetivo es comprender la prevalencia de los síntomas e identificar los factores asociados, con vistas a colmar las lagunas en la comprensión y fundamentar intervenciones sensibles. Adoptando un enfoque observacional cuantitativo, el estudio utiliza datos demográficos y la Escala HAD. La muestra se analiza estadísticamente, teniendo en cuenta criterios éticos. El análisis incluye regresión de Poisson y correlaciones para comprender asociaciones y patrones complejos. Así, el análisis demográfico revela diversidad en las comunidades quilombolas, con predominio masculino, variabilidad racial, religiosa y socioeconómica. Las respuestas de la Escala HAD destacan una gama significativa de experiencias emocionales, resaltando complejidades en la salud mental post-COVID-19. La discusión aborda la interconexión entre factores demográficos y emocionales, explorando la resiliencia emocional y las complejidades psicológicas en las comunidades estudiadas. Las correlaciones revelan dinámicas entre distintas variables, proporcionando información crucial para comprender la salud autopercibida. El estudio destaca la necesidad de intervenciones personalizadas y sensibles. Propone medidas específicas para satisfacer las demandas de las comunidades quilombolas, haciendo hincapié en los programas de intervención psicosocial, la facilitación del acceso a los servicios de salud mental y las políticas públicas específicas para mitigar los impactos adversos. La incorporación de estas conclusiones a la salud pública puede contribuir a que las sociedades sean más resilientes e inclusivas ante los retos emocionales posteriores a COVID-19.
